Fallece Sean Connery. El hombre que nos regaló al mejorBond de la historia y los parámetros para entender al gentleman contemporáneo.
El actor Sean Connery falleció el 31 de octubre de 2020 a los 90 años, según informa la BBC. Connery fue un hombre que marcó toda definición en los años 60 de la masculinidad; un rostro que marcó la expresión de la ciencia ficción, de la valentía y la más estilizada pero peligrosa seducción. Sean Connery fue, según múltiples opiniones y encuestas, el mejor James Bond de la historia. Una aseveración fuerte y quizás arriesgada, pero con mucho fondo para poder decirse con confianza.
Recordemos el James Bond de Connery
Inigualable. Un gentleman que lo tenía todo. Gusto en trajes, lugares, bebidas y mujeres, además de gran inteligencia, entrenamiento físico y estilo. Pero ¿qué le llevó a ser tan asombroso encarnando al agente 007?
Ian Fleming hizo mancuerna creativa con él
Antes de que apareciera la primer película de James Bond, Dr. No, el creador del personaje –Fleming– estuvo a cargo de revisar los guiones.
De hecho, se cuenta que la interpretación de Connery afectó al personaje literario; en Sólo se Vive Dos Veces, la primera novela escrita tras el estreno de la primera cinta, Fleming imprimió en Bond rasgos propios de Connery.
Su famosa presentación
Sí. Se la debemos total y completamente a Connery. En Dr. No, Sean Connery creó la frase durante un juego de cartas con Sylvia Trench, donde ella se presenta y bromea por la suerte de Bond. En la escena se escucha:
Bond: «Admiro su coraje, ¿señorita?»
Sylvia Trench: «Trench, Sylvia Trench» -mientras arquea una ceja «y yo admiro su suerte.. ¿señor?»
Bond: «Bond, James Bond» mientras arquea una ceja y prende un cigarro.
Un mito
Al ser el primer James Bond en pantalla, Sean Connery le dio características propias al personaje que muchos de los Bond que vinieron con el tiempo han tratado de imitar. Entre estos rasgos: el humor, la forma en que se conduce, la seguridad y la expresión de simpática soberbia.
Glamour
Con una producción que vivió el tránsito entre los años cincuenta y sesenta, el Bond original se abrió paso entre una estética mucho más lujosa que la de hoy. Una mirada más cuidada y con vestuarios que, por más tecnología y grandes vestuaristas que hoy existan, son difíciles de replicar. Especialmente, porque en aquella época todo ese glam se dio de forma natural y hoy se ha consolidado como leyenda.

Man at his Best
Tan simple como eso. En Esquire, constantemente buscamos quién o qué podría definir lo que pensamos como la mejor versión del hombre sobre este planeta… y ése, en muchas situaciones, sería Sean Connery –con o sin James Bond–.
Sobre el hombre que le dio vida a 007
Connery nació en la ciudad escocesa de Edimburgo (Reino Unido) el 25 de agosto de 1930. Hijo de un camionero y una mujer de limpieza, el actor recordaba la pobreza que vivió en su infancia sin mucha sorpresa. Para él esta situación no era extraordinaria, pues era la misma para todos sus vecinos.
Antes de ser un multipremiado actor, su familia era tan pobre, que tuvo que dormir en el cajón inferior de la cómoda de sus padres. Comenzó a trabajar para ayudar a mantener a la familia a los nueve años.
En 1953, Connery ganó el tercer lugar en la competencia Mr. Universe (una competencia que mide la fuerza). A la par, escuchó sobre audiciones para el musical South Pacific y decidió que probaría suerte en la audiciones. Tomó un curso de baile y canto, y fue elegido para un papel en el coro.
Indeciso entre convertirse en actor o convertirse en jugador de fútbol profesional, finalmente decidió seguir el consejo del actor Robert Henderson, quien lo animó a dedicarse a la actuación. Con el tiempo, consiguió su primer papel en TV en Requiem for a Heavyweight. Fue una peculiar época de elogios y películas de Serie B, pero también fue el periodo en que conoció a Terence Young, quien sería el director de las películas de James Bond. El resto es historia y un gran legado.