De la mano del director Bernardo Bertolucci, Eva Green debutó en el cine con The Dreamers (2003) rodeada de polémica por «el atrevimiento sexual» de algunas escenas de la película. Si no la has visto, hazlo ahora para entender por qué el realizador italiano dijo de ella: «Tanta belleza es indecente». A poco más de una década de ese momento, esta actriz que nos enloquece regresa como una feroz guerrera griega en 300: Rise of An Empire.
Imagínalo: Eva desciende de un barco que por instantes se asemeja a una torre de Babel por la cantidad de idiomas que se mezclan en la cubierta y, con una sonrisa que contrasta por completo con la crueldad de su personaje, la parisina nos recibe durante una pausa de la jornada de filmación en Sofía, Bulgaria. Como para morirse en ese instante, ¿no?
La trama de esta secuela, inspirada en la novela gráfica Xerxes de Frank Miller, narra una historia paralela a la primera entrega de 300: ¿Qué sucedía en otras partes de Grecia mientras Leónidas (Gerard Butler) combatía a Xerxes (Rodrigo Santoro)?
300: Rise of An Empire fue dirigida por Noam Murro, quien tomó las riendas de esta producción asesorada por Zack Snyder (Man of Steel, 2013), cineasta que estuvo al frente de la dirección de la película anterior. Ambos decidieron darle esta oportunidad a Green después de haberla visto en Casino Royale (2006) y Dark Shadows (2012). La actriz nos habló de los retos de imprimir una rudeza exuberante a su sex appeal natural.
ESQUIRE: ¿De qué manera afrontaste el reto de interpretar a Artemisia en 300: Rise of An Empire?
EVA GREEN: Con el nerviosismo normal, que más bien tiene que ver con la emoción de hacer algo por primera vez. Cuando una película tiene un contexto histórico, se vuelve única. En este caso, el hecho de que mi personaje sea una mujer guerrera y líder implica una responsabilidad. La valentía y la inteligencia de Artemisia me atraparon por completo. Hay proyectos que te apasionan de una manera única desde que lees el guión y éste ha sido uno de ellos. Me sentí identificada plenamente con esta mujer porque, entre otras cosas, asume con mucha pasión y convicción los retos que se le presentan.
ESQ: ¿La trama de la película despertó en ti una fascinación especial por el significado de conceptos como «valentía» y «justicia»?
EG: Sin duda. Son valores que para mí son sagrados desde cualquier perspectiva. Esta película tiene mucho de ello porque establece un juego que le pone especial interés a la manera como se desencadenan los hechos. Vemos cómo, en muchos aspectos, el mundo actual es similar a esa Grecia antigua cuando se trata de pelear por un espacio y por derechos fundamentales. Me gusta el toque político de 300: Rise of An Empire porque es una gran enseñanza acerca de los hilos del poder y la forma en la que se establece un gobierno y se reconfigura la sociedad.
ESQ: Te ves guapísima como Artemisia. ¿La preparación física fue otro de los retos que enfrentaste durante el rodaje de esta película?
EG: Nunca había trabajado con tal empeño para conseguir un abdomen tan bien definido. Me siento muy orgullosa [ríe]. Me hizo muy feliz porque es el premio inmediato que recibes por todo el esfuerzo, el sudor y ese cansancio que después se convierte en una sensación de alivio. Te hace sentir más sana, más viva. El ejercicio físico puede verse como un castigo o un premio. En realidad creo que resulta más conveniente verlo como lo segundo.
ESQ: Artemisia proyecta una combinación de belleza con inteligencia, mucho poder y control sobre los demás. ¿Estás de acuerdo?
EG: Me parece que representa lo que muchas mujeres son en diferentes ámbitos. Confirma que una mujer así puede convertirse en líder y seguir combatiendo por la convicción que despierta a su alrededor.
ESQ: ¿Consideras que debería haber más mujeres líderes en el mundo?
EG: En muchos momentos de la historia y en diferentes ámbitos, las mujeres han demostrado que es posible hacer las cosas de una manera diferente. Pero no se trata sólo de una cuestión de género, sino de saber combinar la templanza con el temperamento. Claro que ha habido mujeres en la historia que han destacado tanto por su inteligencia como por el poder que pueden tener. Es necesario encontrar un equilibrio entre ambas cosas.