Su nuevo álbum suena como si tuviera escondido un efecto de slow motion. Es una lectura muy personal y relajada de folk y soul, y es el resultado de haber dejado atrás la gloria del brit pop que imprimió en el estandarte noventero llamado Blur, los tintes de hip hop que hicieron célebre a Gorillaz, la sofisticación electro-acústica encapsulada en el álbum The Good, the Bad & the Queen (2007) y el afro beat del grupo Rocket Juice & the Moon.
Tanta música vertida en proyectos disímbolos ha surgido de quien fue un niño cuya carencia de popularidad en el colegio era inversamente proporcional a la facilidad con la que aprendió a tocar piano, violín y guitarra. Damon Albarn fue un pequeño cuyos padres se dedicaron al teatro y al diseño mientras escuchaban blues, música hindú y africana. Ahora, este productor, multiinstrumentista, cantante y compositor de 46 años, sabe cómo estar en los oídos del mundo sin necesidad de situarse en un escenario debajo de unos reflectores colocados estratégicamente.
Durante tres meses se concentró en su propio estudio ubicado en el oeste de Londres, invitó a Richard Russell -dueño del prestigioso sello XL Recordings- para coproducirlo y también llamó, entre otros, a Brian Eno y Natasha Khan (conocida como Bat for Lashes) para colaborar en un trabajo de forma y fondo muy personales. Al crear el video de su primer sencillo, «Lonely Press Play», en su iPad, llevó la intimidad un paso más allá.
¿Qué tanto de su personalidad está en su arte? Albarn piensa que ésta es la verdadera incógnita, que todo aquello que está en el exterior no es la principal influencia de lo que mostramos al mundo, sino que nosotros somos nuestra propia influencia y el contexto que nos rodea sólo sirve para filtrar ideas. Esto es lo que nos dijo al respecto.
ESQUIRE: Trabajar en casa y usar aparatos convencionales, ¿influye en tu estilo?
DAMON ALBARN: Más bien me motiva para que los resultados sean naturales pero surjan de forma espontánea. Es decir, no es un hecho premeditado. No digo: «Usaré tal o cual cosa para que mi música tenga un aspecto artesanal». La intención está oculta en el momento en que tomas una decisión. Sin embargo, no por eso puedes dejar de crear algo que termine gustándote.
ESQ: En 25 años de carrera has trabajado en proyectos muy diversos. ¿Fue difícil decidir que harías un disco firmado simplemente con tu nombre?
DA: Sí, por varias razones. Antes hubo algunos intentos, pero al final no me convencieron y esos proyectos terminaron desvaneciéndose. Sin embargo, con Every Day Robots sentí que había llegado el momento, se habían concretado las ideas y las condiciones que me permitieron dejar de dudar. Por fortuna, nunca fue una obsesión. De otra manera, me habría quitado el sueño durante años.
ESQ: ¿De qué manera buscas nuevos caminos para seguir siendo tú mismo, pero sin que suene a otra cosa que hayas hecho antes?
DA: Es difícil describir las acciones cuando no existe un plan diseñado a propósito. No obstante, creo que la base es la composición, el curso que toma una idea cuando cruza la línea de la producción y los arreglos. También tiene que ver la gran ayuda de mis amigos, de todas las personas que han colaborado conmigo y que siempre aportan grandes ideas.
ESQ: Everyday Robots es un título que parece describir a la sociedad contemporánea…
DA: No me gusta poner sobre la mesa juicios de valor, pero sí proponer una reflexión muy sencilla y compartirla. Creo que vivimos en una sociedad global con conciencia automatizada en la que la individualidad está esfumándose. Entonces considero importante reflexionar sobre ello para no caer en situaciones absurdas en las que no te importe el otro y, al final, ni tú mismo.
ESQ: Entonces, ¿la tecnología que nos rodea aún puede estar a nuestro favor?
DA: Sí, siempre y cuando el contacto humano siga teniendo un sitio importante. Como padre, por ejemplo, he encontrado cosas fabulosas. Pero si ese mundo te envuelve por completo, entonces no tendrás tiempo ni ánimo de patear una pelota o andar en bicicleta con tus hijos.
ESQ: ¿Cómo se modificó tu labor artística cuando te convertirse en padre?
DA: Empecé a escuchar otros colores. Mi trabajo se enriqueció de la manera más hermosa, así es como puedo englobar todo lo que ser padre significa en mi vida.
ESQ: Entre tantos géneros musicales, ahora el folk y el soul son los que te motivan…
DA: Intenté encontrar algo que, desde mi perspectiva, fuera una pequeña aportación contemporánea. La raíz de la música no se pierde, se transforma y se fusiona con otros elementos.
ESQ: El tiempo es el mejor crítico del arte y de la música. ¿Esas mezclas y experimentación son puertas hacia el futuro?
DA: La música adquiere valor con el paso del tiempo. En su momento, las aportaciones de Bob Dylan o Marvin Gaye fueron muy importantes, ahora su legado es enorme. Cuando los volvemos a escuchar, no dejan de sorprendernos. He pensado sobre los coleccionistas de artistas como ellos y, ¿sabes qué? Sus CDs y discos valdrán una fortuna en unos años.
Everyday Robots
Una de las mentes más brillantes de la música contemporánea reafirma su convicción de romper el molde del brit pop con un disco balanceado entre ambientes acústicos y sutilmente electrónicos.