Daniel Krauze. Quién es el escritor detrás de Luis Miguel: La serie. Uno de los fenómenos nostálgicos más exitosos de Netflix.
Nada mejor que la televisión nacional para saber el pensamiento de un país. Y para eso, la TV mexicana es el mejor de los espejos. En México no hay filtros capaces de mediar los afectos e intereses de nuestra sociedad, aunque nos llegue a avergonzar el contenido televisivo con que contamos. En realidad, con todo lo que acontece en el foco del entretenimiento local y la cultura popular. Bajo tales premisas, Daniel Krauze –escritor, columnista e hijo del intelectual Enrique Krauze– se ha involucrado en una labor que a muchos haría levantar la ceja: escribir el guión para la serie Luis Miguel. ¿Por qué?… pues, ¡¿por qué no!?
Aunque la televisión no es el habitat natural que nuestros prejuicios quisieran para cualquier ser-intelectual, Daniel Krauze sabe perfectamente esta oportunidad es singular. Que una figura como la de Luis Miguel bastante material da, no sólo para contar una historia interesante, sino para narrar un importante episodio de la cultura contemporánea en México.
Para empezar, veamos quién es y qué ha hecho Daniel Krauze.
Vida y profesión
Daniel Krauze nació en 1982 y es crítico de cine y narrador. Cuenta con un par de colecciones de cuentos y es autor de las novelas Fallas de Origen y Tenebra. Por ocho años fue coeditor del sitio de Letras Libres y a la fecha tiene una columna semanal sobre cine y televisión en El Financiero.
Luis Miguel

En varias entrevistas, Daniel Krauze ha mencionado que desde hace doce años quiso escribir un ensayo sobre Luis Miguel. Uno de sus ídolos de la adolescencia –en casi secreto– y una de las figuras más relevantes para mucha de la juventud en México. La idea de publicar este material se la propuso a varios editores; sin embargo, nadie se mostró interesado.
Entonces, fue en 2018 que lo invitaron a participar del grupo de guionistas que trabajaría en la serie Luis Miguel. Una oportunidad única, puesto que antes la intimidad de este cantante se mantuvo en absoluta oscuridad –especialmente aquella relacionada con su familia–; un factor que, no olvidemos, ayudó incluso a construir un mito alrededor de su nombre. Y desentrañar de manera cercana las verdades escondidas tras la estrella se abría como posibilidad ante Krauze para lograr un guion y, de paso, consumar una de sus más grandes obsesiones. Analizar profundamente a un ícono de su juventud.
¿Los resultados?

La serie ha sido un total éxito. Ésta logró acercar las canciones de Luis Miguel a nuevas generaciones, ponerlo de nuevo en el mapa y reavivar el poder de la nostalgia entre quienes vivieron su verdadero auge.
Asimismo, Luis Miguel (la serie) logró posicionarse como un diorama de ese mundo ochentero que se nos fue, pero que constantemente regresa para darnos lecciones de pop culture. Un visor para permitirnos explorar nuestros defectos y virtudes como mexicanos. Temas como el clasismo, la misoginia, la violencia, el poder y el abuso son puestos sobre la mesa constantemente; en algunas ocasiones, sutil; en otras, muy directo.
Ahora, no todo es desgracia. Otro de los grandes ejercicios que hace Daniel Krauze en esta serie es poner en contexto y perspectiva sucesos de la época –como el Mundial–, con tal de facilitarnos un punto clave de cotejo entre hoy y lo que pasaba en aquel entonces. Qué tanto han cambiado ciertos pensamientos y actitudes entre nosotros, ante el mundo, como sociedad mexicana.
Nostalgia Marketing
Otro punto interesante de la participación de Daniel Krauze como guionista de Luis Miguel es la modulación que logra del pasado. Un ayer que se entiende y da cobijo de muy distintas maneras. Insertos en un contexto donde otras series como Stranger Things, Dark o Derry Girls logran un mágico clic de confort con el espectador, podemos entender también que el auge de la serie se debe a un preciso manejo de la tendencia y una necesidad clara del público por resguardarse en la certeza de lo vintage.
Incluso –o sobre todo–, si hablamos de una época que no te tocó vivir. De un momento exacto en la historia que termina de cocerse, estilizarse y dramatizarse en tu cabeza, con ayuda de plumas como la de Krauze.