La semana pasada la famosa película de Ridley Scott: Blade Runner dejó de estar ambientada en el futuro. Si bien no tenemos autos voladores o robots que se mezclan tan bien entre nosotros que no podemos identificarlos, la película lo hizo bien en algunas otras áreas clave del mundo actual.
I’ve seen things you people wouldn’t believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I watched C-beams glitter in the dark near the Tannhäuser Gate. All those moments will be lost in time, like tears in rain.
Ya es el año 2019, no tenemos autos voladores y de hecho lo más nuevo son los autos eléctricos, así que dudamos que eso pase en un futuro cercano, pero el mundo de la imaginación de Ridley Scott se ha hecho realidad en algunas otras cosas.
Blade Runner ya no está ambientada en el futuro, porque como a muchas otras películas ya las alcanzamos. Como seguramente ya sabes, la película está basada en la novela de ciencia ficción de Phillip K. Dick “¿Los androides sueñan con ovejas eléctricas?” Y la película está ambientada en Los Ángeles en noviembre del 2019, por lo que el mundo se volvió loco en social media haciendo comparaciones entre el mundo del futuro de Blader Runner y el mundo en el que vivimos.
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Aceptamos que las chamarras oversize de Louis Vuitton definitivamente podrían estar en el set de Blade Runner, algunas otras podrían estar más en el gran Gatsby. Lo que probablemente si esté más cercano al futuro de Blade Runner es: el cambio climático, la sobre explotación de recursos, los anuncios gigantescos de luces brillantes e incluso las ciudades que viven bajo una neblina de smog -como es el caso de algunas en India y la propia Ciudad de México-, la condición de miles de personas refugiadas en Europa y Norteamérica que son perseguidas por ser inmigrantes y la necedad de los gobiernos por mantener el status quo.
Así que aunque no tengamos autos voladores, si tenemos algunos problemas que enfrentar en nuestra sociedad actual que Ridley Scott nos mostró en Blade Runner, probablemente no sea igual, pero ciertamente se parece.
Las ficciones distópicas de Hollywood nos están alcanzando de una manera u otra, está en nosotros el que nuestro futuro sea menos Blade Runner y más el Hombre Bicentenario -que por cierto está basado en un texto de Isaac Asimov-.