Pista: hay tres nombres sobre la mesa; Leonardo DiCaprio, Tom Cruise y Brad Pitt.
La noticia de la muerte de Charles Manson ha hecho que todos giremos la mirada hacia Quentin Tarantino. Como un presagio (tirando a siniestro), el director está preparando una película descrita como «violenta incluso para el propio Tarantino» relacionada con los asesinatos que cometieron Manson y sus correligionarios en 1969.

En principio se pensó que se trataría de un biopic de Charles Manson porque, hace unos meses Tarantino explicó que estaba en sus planes hacer solo dos películas más antes de retirarse: una relacionada con unos criminales al estilo Bonnie and Clyde ambientada en la Australia de los años 30, y otra basada en hechos reales, que sería la de Manson. Sin embargo, el director descartó que la película que ya tiene escrita fuera biográfica: «Es sobre 1969, no sobre Manson».
Según ha publicado una revista, la historia transcurre en el verano de 1969 en Los Ángeles, y se centra en un actor de televisión que ha tenido mucho éxito con una serie y quiere dar el salto a la industria del cine. Eso mismo quiere hacer el actor que hace de su doble en la serie para las escenas de acción. Y esa ambición se cuece en los días en que la actriz Sharon Tate –casada con Roman Polanski y embarazada de 8 meses– y otras seis personas son brutalmente asesinadas por Manson y sus seguidores.

Para los papeles protagonistas suenan con mucha fuerza tres grandes Hollywood: Leonardo DiCaprio, Brad Pitt y Tom Cruise. Los dos primeros ya han trabajado con Tarantino con un excelente resultado de crítica y público, mientras que para Cruise sería la primera vez. Por ahora no está descartada ninguna combinación, ni siquiera que finalmente los tres nombres estén en el elenco.

En el apartado femenino, primero se publicó que Tarantino quería trabajar con Jennifer Lawrence, pero ahora Deadline apunta directamente a que habría ofrecido a Margot Robbie el papel de Sharon Tate.

Otra incógnita que ha quedado resuelta es qué estudio financiará el proyecto de Tarantino después de la caída de Harvey Weinstein, hasta ahora productor de sus películas. Finalmente será Sony quien produzca y distribuya.
Cuenta con un gran presupuesto de 100 millones de dólares y está previsto que se ruede en el verano de 2018 con vistas a estrenarse en 2019.