El día de ayer el Museo Nacional de Brasil sufrió un desastre que acabo con la historia de aquella nación.
El Museo Nacional de Río de Janerio, el más antigua de Brasil, tenía 20 millones de piezas aproximadamente que datan de diferentes periodos. Las llamas, que comenzaron la tarde de domingo, consumieron parte de la historia de aquella nación y uno de los lugares mas importantes de Latinoamérica, que contaba con el esqueleto de «Luzia, la primera americana», animales disecados, momias y decenas de huesos de dinosaurios.
A continuación te mostramos algunas de las piezas más importantes, alcanzadas por el infierno que atravesó el museo.
La institución tiene una particular reputación por la riqueza de su departamento de paleontología, con más de 26.000 fósiles, entre ellos un esqueleto de dinosaurio descubierto en Minais Gerais y numerosos especímenes de otras especies extinguidas, perezosos gigantes y tigres dientes de sable. En la imagen, esqueletos representativos del escenario del Pleistoceno brasileño, cerca de 1,8 millones de años.

El Museo Nacional de Brasil cuenta con una de las mayores colecciones de momias egipcias. En la postal, un ataúd de madera policromada, que representa al muerto en forma de una momia envuelta en su sudario, usando el tocado y la barba divina que le hacen asemejarse a los dioses, ayudándolo en su renacimiento en el otro mundo. Tebas del oeste. Egipto.

La momia de Sha Amun es una de las piezas de la colección de arqueología egipcia más visitadas alrededor del museo.

Fósil Curculionidae, encontrado en la cuenca del Araripe, que engloba algunos de los principales depósitos de fósiles de Brasil.

El meteorito de Bendegó, constituido por una masa compacta de hierro y níquel, es el mayor meteorito brasileño y uno de los más grandes del mundo, con un peso de más de cinco toneladas.
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Reconstrucción de la cabeza de «Luzia», el fosil humano más antiguo de América. Se presentó en el Museo Nacional de Historia en Río de Janeiro, el 20 de septiembre de 1999. Es el cráneo de una mujer que fue bautizada como «Luzia», fue encontrado en la provincia de Minas Gerais, de 11.500 años de edad y reconstituida por la Universidad de Manchester.
