Debate cinematográfico desde hace décadas. Muchos culparon de dramático al director, pero ahora sabemos por qué diseñó ese amargo final.
La película más taquillera del año 1997 recaudó 2.187 billones de dólares, pero el épico final sembró casi más dudas e historias paralelas que alegrías. Y es que el único debate posterior a visualizar ‘Titanic’ no podía ser otro: “¿Cabía Jack en la tabla que salvó a Rose?” El grueso del público afirmaba que sí, que si no se salvó fue por lo caprichosa y egoísta de Rose, niña rica que no pensó en el pobre Jack quien murió por hipotermia y amor. Y así han pasado los años sin que ninguno de los protagonistas emitiese una declaración al respecto, hasta hace poco.
Kate Winslet comentó en el programa de Jimmy Kimmel que “sí, Jack cabía de sobra en la balsa”, lo que hizo enfurecer al mundo que veía cómo la pareja del séptimo arte más trágica y afamada se separaba sin una razón aparente. Pero este dilema no iba a quedar aquí, quedaba por pronunciarse el jefazo de la historia, es decir, el director.
(«Sí, te extrañaré, pero ahora bájate de la tabla»)
James Cameron se atrevió a mencionar esta escena en una chistosa entrevista con ‘The Daily Beast’, y acá va la respuesta definitiva: “Todo este dilema es muy sencillo: si te diriges a la página 147 del guion, allí encuentras que ‘Jack se baja de la balsa y cede su espacio a Rose para que pueda sobrevivir’. A partir de ahí pueden hacer todos los análisis posteriores, pero eso tenía que acabar así”. Pero el entrevistador le rebatió su respuesta magna con una investigación que llevó a cabo el programa televisivo ‘Cazadores de Mitos’ allá por el año 2012 en donde comprobaba la posibilidad de que ambos se saliesen vivitos y coleando del Titanic. Y Cameron de nuevo hizo muestra de su innegable papel de jefe: “Ok, vamos a suponer que eres Jack y empiezas a sufrir una hipotermia por la temperatura del agua, y que según dice este programa podía haber colocado los chalecos salvavidas debajo de la tabla para que esta no se hundiera… Pero lo siento, tras varios minutos intentando atar unos chalecos a varios grados negativos de temperatura, mueres incluso antes de lo que tardas manteniendo tu parte superior agarrada a la tabla y esperando el rescate”. Y es así como zanjaba de una vez por todas la leyenda urbana más fría y triste del cine.
Crédito de foto: Paramount Pictures