Maridar whisky con comida sigue más o menos las mismas reglas que el vino: una bebida fuerte y especiada va bien con sabores fuertes, mientras que un single malt ligero, por ejemplo, se lleva mejor con sabores delicados. No está mal tampoco darle un giro a esta regla y escoger un whisky que contraste con las notas de la comida, así se agrega un elemento sorpresa. Experimenta un poco y ve qué funciona para ti, pero mientras tanto, he aquí unos consejos básicos:
Un single malt de 12 años, como The Glenlivet, es la pareja perfecta para degustar una entrada de quesos. Si son quesos fuertes y cremosos, como un brie o un camembert, los whiskies de las destilerías Scapa, Arran o Talisker de las islas escocesas serán buenos acompañantes.
¿Un whisky con la sopa? Tiene sentido solo si eliges la combinación adecuada. The Macallan, añejado en barricas de jerez, se lleva de maravilla con el sabor complejo de una crema de langosta o alguna otra sopa espesa y voluptuosa.
El sushi y el single malt nacieron para mezclarse. Un sushi de arenque u otro pescado aceitoso y fuerte, y un Highland Park —de preferencia 12 años— son un buen dúo. Las notas dulces domarán el picor del wasabi mientras que el sabor ahumado le agregará profundidad al sabor del pescado. Pero como consejo general, los blended se llevan mejor con la demás comida japonesa.
Las carnes rojas, en especial las de sabores fuertes como el venado o el cordero, se combinan muy bien con whisky. Los sabores ahumados y fuertes de la carne se atenúan gracias a un single
malt 12 o 18 años.
Los whiskies de Speyside, single malts escoceses ligeros y dulces, también pueden funcionar como pareja de la carne roja. Sin embargo, se recomienda más beberlos acompañados de, ¡sorpresa!, chocolate.
Un Glenfiddich 15 Year Old Solera, dulce y rico en notas frutales y de miel, es perfecto para acompañar un postre como crème brûlée o un pastel de chocolate decadente.
TIP estra: Al maridar carne o pescado y whisky, hay que revisar que las piezas no hayan sido preparadas con mucho ajo, ya que suele ser antagonista del destilado. A menos de que la carne en cuestión tenga otros sabores fuertes como una salsa dulce o un puré cremoso, los alimentos con demasiado ajo no se llevarán bien con tu bebida.
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