Ian Curtis a 40 años de su muerte, así recordamos a uno de los personajes más relevantes de la música de la música reciente.
El celebrado Ian Curtis a 40 años de su muerte, continúa siendo una referencia musical e influencia para cientos de bandas al rededor del mundo. Así recuerda nuestro columnista Benjamin Acosta al líder de Joy División.
La primera vez que me enteré sobre Joy División fue en una entrevista que le hicieron a Robert Smith en New Musical Express. El dark glamuroso estaba de moda con The Cure al frente durante la segunda mitad de los ochenta. El cantante y guitarrista confesó su admiración por aquella banda que solo alcanzó a grabar un par de álbumes, una efímera existencia cortada de tajo cuando Ian Curtis, su frontman, decidió acabar con la suya el 18 de mayo de 1980. Sin más, se colgó justo antes de emprender su primera gira en Estados Unidos. La epilepsia que padecía sumada a la inestabilidad emocional lo habían convencido de tomar su propia vida con tan solo 23 años.
En los días de aquella entrevista, me habían prestado el vinilo de Brotherhood (1986) que no tenía demasiado de haber sido publicado. Ese disco de New Order se convirtió en uno de mis favoritos. Aunque entonces no sabía que se trataba de una muestra de cómo los sobrevivientes de Joy División habían conseguido reinventarse sin su vocalista.
Fuí hacia atrás. En la prehistoria de Internet y el presupuesto limitado que distingue a un estudiante promedio, la única forma era arreglármelas para conseguir prestado un vinilo de Joy División y así saber a qué sonaba. Nunca los había escuchado en la radio, la única coordenada era aquella recomendación de Smith. La curiosidad había despertado.
De segunda mano un amigo consiguió Closer (1980), el segundo álbum de esa banda que me parecía misteriosa. Y cuando se abrió el telón frente a mis oídos me abrumó por completo. Fue una sobredosis de desesperación y angustia. Tal desolación me resultó excesiva. Simplemente no encontré dónde estaba esa fascinación que el líder de The Cure había detectado.
Tuvo que pasar tiempo para llegar al momento. Fue en algún punto de los noventa cuando conocí el Unknown Pleasures (1979), el primer disco y uno de esos emblemas de un rock que se quedaba corto para ser considerado gloomy, en realidad era algo situado en los terrenos de una profunda tristeza situada como antesala de la depresión. Si bien, seguía sin estar preparado para ello, esa forma tan directa de plantear un agobio desgarrador, comenzaba a tener sentido. Lo percibí como una carga distópica digna de musicalizar anbientes creados por George Orwell o Aldous Huxley.
La voz cavernosa de Curtis aparecía como primer reto. La ruta percusiva trazada por Stephen Morris llevaba a las mismas profundidades, mientras que Bernard Sumner y Peter Hook daban la vuelta a clichés para generar otra clase de sonidos con su guitarra y bajo. La apuesta consistía en ser tangencial al punk, canalizando su desencanto hacia una implosión tan furiosa como oscura. Una densidad que dejaría iluminarse un poco por “Love Will Tear Us Apart”, su canción más célebre y un éxito tras la muerte de Curtis.
Joy División fue producto de la gris y fría Manchester. Formó parte de Factory Records, un original impulso independiente creado por Tony Wilson y que puede conocerse desde adentro en la película 24 Hour Party People (2002).
Pero un acercamiento mucho más personal es posible al ver Control (2007), adaptación del libro Touching From A Distance escrito por Deborah Curtis. Se trata del debut como director del fotógrafo holandés Anton Corbijn, a quien entrevistamos para Esquire en 2013.
“Londres y Joy Division representan dos puntos básicos en los inicios que moldearon mi búsqueda. Cuando decidí hacer Control fuí impulsado por el agradecimiento a esos años y experimenté sensaciones formidables por todo lo que representa la figura de Ian Curtis”, comentó en aquella ocasión.
Después de todo, sé que no siempre estoy preparado para sumergirme en la desolación que Ian Curtis irremediablemente proyectó como parte de su terapia artística. Como sea, sin Joy División en el mapa, la euforia del dark no habría sido tan introspectiva.
Estas son las 5 canciones para entender a Joy División de acuerdo con Benjamín Acosta:
Isolation
She’s Lost Control
Transmission
Atmosphere
Love Will Tear Us Apart