En la opinión de Claudia Rodríguez Acosta, psicoanalista
En épocas de pandemia se vuelve una tarea casi imposible mantener la calma ante el coronavirus o tener la mente en otros temas, ya sea por los miedos que despierta la posibilidad de contagio, la crisis económica, los estragos sociales, la psicosis colectiva, las notas alarmistas en diferentes medios, etc. Por una u otra razón es imposible mantenerse apartado del tema del momento, sobre todo porque es un tema que nos involucra a todos y que en muchos casos genera sentimientos de desvalimiento e incertidumbre.
LA RAZÓN POR LA QUE DEBES DE MANTENER LA CALMA
A pesar de que la situación lo amerita, es muy desgastante vivir en un estado permanente de ansiedad, nadie sabe cuánto durará esta crisis, pero para muchos, una semana es suficiente para empezar a sentir el malestar físico y emocional.
La crisis nos confronta con pérdidas, algunos ejemplos son: pérdida de la rutina, de la salud, pérdida del trabajo, de los ingresos que se tenían, de la estabilidad, de la convivencia social, de la tranquilidad, etc. La aparición del coronavirus es invasiva per se, conlleva muchas pérdidas, pero además se mezcla con la historia y las circunstancias de cada quién para crear ataques de pánico, depresiones, ideas delirantes, reacciones hipocondriacas, etc. ¿Cómo lidiar con esto? ¿Cómo tratar de que esto, que ya de por si es invasivo, lo sea en menor medida? Las siguientes recomendaciones son para quienes puedan encontrarlas útiles, lo aclaro porque también existen personas que pueden lidiar perfectamente con esta situación sin necesidad de pedir ayuda.
¿CÓMO MANTENER LA CALMA ANTE EL CORONAVIRUS?
Para fines informativos y para seguir recomendaciones, toma como punto de referencia a una persona en quien confíes, que tenga una formación profesional sobre el tema y que te permita sentir calma. Hay millones de opiniones, profesionales y no profesionales, aquí lo importante es quedarte con la opinión de quien te haga sentir paz y de quien sepas que tiene la formación y experiencia sobre el tema.
Identifica actividades que disfrutes y que te permitan tener un momento de calma y alegría durante el día. Todo es válido siempre y cuando no atente contra la integridad y el bienestar de los demás, lo digo porque en muchos casos existen familias con hijos pequeños, entonces, también hay que pensar en ellos y en su bienestar. Para alguien puede ser muy importante y relajante dormir un par de horas durante el día, pero si está a cargo de niños pequeños la situación cambia, no debería hacerlo si esto implica dejarlos solos.
Identifica las actividades que te generan ansiedad y evítalas, por ejemplo: revisar redes sociales, hablar con los demás sobre el tema, ver noticias, etc.
Identifica quiénes te generan bienestar, con quiénes puedes hablar de otros temas, con quiénes puedes hacer actividades placenteras sin tener la necesidad de estar pensando en el virus.
Reconoce cómo te vas sintiendo, cómo va cambiando eso que sientes, ¿la ansiedad aumenta o disminuye? ¿aparentemente no te afecta esta situación pero te sientes enojado o irritable casi todo el tiempo? ¿A pesar de los esfuerzos no dejas de pensar en lo mismo? ¿no puedes dejar de leer notas alarmistas? Lo esperado sería que pudiéramos filtrar toda esa información tan invasiva, sin embargo, cuando ya no es así y cuando esto causa estragos en nuestra salud es importante reconocerlo y buscar ayuda profesional.