En la opinión de Claudia Rodríguez Acosta, psicoanalista
Etimológicamente la palabra propósito significa poner algo adelante, hacia el futuro, no necesariamente como una meta, sino puede ser un deseo o una intención. Sin embargo, en nuestra sociedad, los propósitos de Año Nuevo son vistos como ideales que hay que cumplir a como dé lugar, pero ¿cómo lograr tus propósitos sin morir en el intento?
¿CÓMO LOGRAR TUS PROPÓSITOS SIN MORIR EN EL INTENTO?
Tomando esto en cuenta, habría que redefinir qué entendemos por propósitos y si estos van de acuerdo a la realidad. Si bien el Año Nuevo es una oportunidad para revisar qué hemos hecho y qué queremos cambiar, esto no significa que por arte de magia seamos otros a partir de enero.
De hecho, enero es una de las épocas más difíciles del año, ya que implica un golpe de realidad que viene después de haber hecho una pausa, en enero quedan las deudas, el sobrepeso, los desvelos, los conflictos, la tristeza, el regreso al trabajo, a la escuela y las presiones. Entonces, ¿cómo poder plantear propósitos y cumplirlos?
Hay que saber que los propósitos se logran a través del tiempo, implican un proceso en el que son necesarias la paciencia y la constancia. Se pueden plantear en cualquier época del año, enero tal vez sólo sea un momento para redefinirlos, evaluar si los estás logrando y replantear estrategias.
Plantear propósitos que requieran más esfuerzo y otros fáciles de cumplir, por ejemplo: pasar un buen rato con tus amigos una vez al mes.
¿CÓMO SABER CUÁLES SON TUS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO?
Es importante definir tus objetivos y preguntarte: ¿son realistas?, ¿en cuánto tiempo los podrías lograr?, ¿cómo los vas a lograr?, ¿las circunstancias de este momento te permitirán lograrlos? Respondiendo a estas preguntas puedes darte una idea de qué tan factible es hacer realidad aquello que deseas.
Definir cuántas cosas quieres lograr, es preferible poner una meta clara, realista y enfocarte en ella, a muchos propósitos que se van quedando sin cumplir.
Distinguir entre aquello que quieres lograr porque te hace feliz, te la pasas bien y te genera bienestar, a aquello que quieres lograr por cumplir con un ideal que termina por torturarte. Por ejemplo, habrá personas que quieran bajar de peso pero disfruten del ejercicio y de alimentarse sanamente y habrá otras para quienes esto sea una tortura. ¿Por qué hacer propósitos que te generen malestar?
Tener muy claro que la clave del éxito radica en insistir. Siempre habrá circunstancias externas que sean obstáculos para lograr tus metas, no hay que estancarse ahí, sino buscar opciones.
LOS PROPÓSITOS DEBEN DE SER REALISTAS
Plantear propósitos que requieran más esfuerzo y otros fáciles de cumplir, por ejemplo: pasar un buen rato con tus amigos una vez al mes.
Tener claro el cómo lograrás lo que te propones, para hacer realidad lo que imaginamos hay que actuar y no sólo pensar. Hay que tener listas estrategias, opciones por si algo no sale como esperabas y recursos internos y externos. Si aún no sabes cómo lograr algo, habría que ver por qué lo deseas, con qué recursos cuentas y si es necesario cambiarlo o replantearlo.
Tener muy claro que la clave del éxito radica en insistir. Siempre habrá circunstancias externas que sean obstáculos para lograr tus metas, no hay que estancarse ahí, sino buscar opciones. Siempre hay crisis, siempre hay problemas, nunca hay momentos ideales; entonces, lo que queda es actuar con lo que hay y buscar lo que no hay.
Si te consideras una persona que fácilmente desiste o se desanima, habrá que ver qué pasa contigo. Cumplir propósitos, sobretodo aquellos que implican grandes cambios, requiere mucho más que la voluntad.
La psicoanalista Claudia Rodriguez Acosta estudió la Licenciatura en Psicología en la Universidad Iberoamericana y la Maestría en Psicoterapia General en la Asociación Psicoanalítica Mexicana. Desde hace diez años se ha desempeñado como docente a nivel medio y superior y ejerce la psicoterapia psicoanalítica en consulta particular en Ciudad de México, además ha participado en Congresos y Coloquios de la Asociación Psicoanalítica Mexicana, Universidad Westhill y Universidad Nacional Autónoma de México.